18 octubre, 2011


Basado en hechos reales:
Este verano en Almagro nos encontramos una gatita pequeñita casi ciega y muy cariñosa. Todos los días, Ángel y yo le llevábamos triskis y le dábamos unos cuantos mimos. Yo le puse de nombre Turrón porque tenía ese color, pero resultó ser "Turrona".

Al final toda la calle la cuidaba ( incluso una viejecilla salía gruñiendo a cualquiera que tuviera intención de llevársela y sigue saliendo!). Como ya he dicho, la gatita no veía muy bien, y como siempre tenía un cuenco con comida, los otros gatos la atacaban, y ella se subía al árbol para esconderse. Cuando llegábamos, nos mauuuullaba para que la salváramos. Yo la rescaté una vez y Ángel ya se ha tenido que subir 3 veces al árbol!!

Actualmente Ángel la cuida en mi ausencia y se ha curado de sus ojitos. Yo la pinto en mi mural ;)

Fin

2 comentarios:

Sandra dijo...

Me ha encantado la historia y me encanta tu foto y tu dibu :D Y ahora quiero conocer a Turrona (también me encanta su nombre) :3

Olga dijo...

Que tal esta Turrona? Una foto suya?
Vas a dibujar una viejecilla gruñendo o no quieres asustar a los niños?

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